LOS CLASICOS 2. Mercedes 230SL

España, año 1966, yo ni siquiera había nacido, pero las carreteras españolas ya estaban pobladas por el SEAT 600 mayoritariamente, y por su hermano mayor el Seat 1500, el mitico Simca 1000 y los Renault 4, 6, 8, 10, 16 ... algún VW escarabajo, bastantes Minis, 2CV, Dodge Barreiros...

El cielo siempre acompaña

Siendo afortunado podrías incluso cruzarte en Madrid, Barcelona o en alguna que otra capital de Provincia con algún "aparato" del estilo de un porsche 356 o incluso algún 911... afortunado si era un precioso Jaguar E-Type (espectacular todavía hoy en día) o el protagonista de mis sensaciones descritas hoy, mientras escribo sobre el MERCEDES 230 SL (CHASIS W113) de 1966.

Para mí siempre es una fiesta cuando puedo conducir un coche clásico, sea un Golf GTI II (me encanta) o esta preciosidad de Mercedes. Desde el momento en que uno coge las llaves, sabe que no va a ser un paseo cualquiera (unas veces para bien... otras no tanto...), quizás es una sensación que viene propiciada porque generalmente no se eligen este tipo de coches para trayectos rutinarios, con lo cual resulta evidente lo especial del momento. 

Para mí, la mejor de las ocasiones es aquella en la que uno simplemente mira el reloj y piensa... venga, tengo 1/2 horita... o 1, o las que sean. Y agarras el llavero y ya se te eriza la piel. Retirar la funda descubre generalmente una silueta inconfundible, cada coche era diferente por aquel entonces. Recuerdo una anécdota en una ocasión visitando la colección de un Petrolhead reconocido. Estaba haciendo obras para ordenar todos sus juguetes (por no decir joyas) en un garaje más grande (por no decir Nave...) y entramos juntos por una puerta lateral donde los tenía literalmente apilados tapados con fundas. Al llegar al primero, pregunté, o casi afirmé ... ¡Caray! Un Miura ... y tras destaparlo lo abrió y pude admirarlo con detalle (sin comentarios), a su lado, también con su funda intuí la silueta perfectamente ... ¡Un Countach! ¿es un aniversario? ... al identificar la tercera silueta tapada por una funda ¡Un Daytona! nuestro acompañante me preguntó si era una broma y si me dedicaba a esto... bueno no fué todo así.

Había unos 35 coches, y no todos con funda. Unos meses después, ya con todo terminado y colocado, pude disfrutar de ellos nuevamente (esta vez unos 100 coches, incluso contemporáneos), con calma y al detalle. Prometo blog específico de mi próxima visita.

Realmente una silueta elegante.

Todo esto venía a cuento de la cuestión de lo relativamente fácil que es diferenciar siluetas de coches antiguos/clásicos. Poned una funda a 10 coches de hoy y  a ver quien acierta más de cinco.

Una vez en su interior, pues no puedo decir que "acomodados" ya que realmente cómodos, no suelen ser, ahí si que se ha evolucionado. Pues lo dicho, una vez en su interior todo huele diferente, no digamos al arrancar, antes del sentido acústico se nos despierta el olfato... todo huele... el cuero, la madera, y ya si arrancamos, la gasolina... después los sonidos, el motor, el cambio, el escape... una verdadera sinfonía.

Interior típico de la época

Os aseguro que no es necesario ir en absoluto rápido, y os lo dice alguien a quien le gusta correr (eso también para otra entrada del blog...) es una simple cuestión sensitiva, disfrutar de cada pequeño evento, desde tener que cerrar la puerta tres veces para que lo haga correctamente, hasta los doble embrague que parece que los pide.

En concreto, este 230sl es de cambio manual, una delicia en combinación con el seis cilindros de unos 150CV en sus días gloriosos, hoy sube de vueltas con una alegría casi "japonesa", incluso con un cambio de tono allá por las 3500rpm digno del mítico VTEC (30 años posterior), de verdad, es una gozada.

La aventura empieza con las curvas, y mejor que sean de subida, porque como sean bajando... digamos que los frenos no son su fuerte. Uno se siente como aquellos actores de las pelis americanas, moviendo el volante ligeramente incluso en las rectas, como corrigiendo la trayectoria, pero es que realmente se conducen así...

Os diré que incluso llegar al garaje de nuevo es una alegría, pensar que se podrá repetir el paseo sin más trabajo que hacer que retirarle la funda y perder  GANAR al volante otra hora de mi vida...

Gracias.

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Spain, 1966, I was not even born, but the Spanish roads were already populated mostly by the SEAT 600, and its big brother the Seat 1500, and the Renault 4, 6, 8, 10, 16 ... maybe you´ll a  VW Beetle , many Minis, 2CV, Dodge Barreiros ...

Being lucky you might even see in Madrid, Barcelona or some other provincial capital with a "machine" like a Porsche 356 or even a 911 ... lucky if it was a beautiful Jaguar E-Type (spectacular even today ) or the star of my sensations described today as I write about the MERCEDES 230 SL (W113 CHASSIS) 1966. 

For me it's always a party when I drive a classic car, if it is a Golf GTI II (which I love) or this gorgeous Mercedes. 

From the moment one gets the keys, he knows he will not be a normal conmute (sometimes for good ... others not so much ...), perhaps it is a feeling that is brought about because usually this type of cars are not chosen for routine paths, thereby how special the moment is obvious. 

For me, the best of times is one in which one simply looks at the clock and think ... come on, I have half an hour... or maybe one or so. And you grab the key and already you goose bumps. Removing the cover usually discovers a unique silhouette, each car was different then. I remember an anecdote once visiting a renowned Petrolhead collection. 

He was doing some works to sort all their toys (if not jewelery) on a larger garage (if not Industrial one ...) and walked together through a side door where he had literally covered with stacked cases. Arriving at first, I wondered, or nearly affirmed ... Wow! A Miura ... and after uncovering it opened and I could admire it in detail (no comments), at his side, also I sensed its silhouette perfectly ... A Countach! Is it an anniversary? Identifying the third ... covered again... A Daytona! our companion asked me if it was a joke and if I used to work on this ... well it was not quite so. There were about 35 cars, and not everyone with a cover on it. A few months later, with all finished and in place, I could enjoy them again (this time about 100 cars, including  some contemporary ones), calmly and in detail. I Promise one specific entry on this blog on my next visit. 

An Elegant silhouette

All this came to mind the question of how relatively easy it is to distinguish silhouettes of antique / classic cars. 

Put a cover on 10 cars today and see who can guess more than five. 

Typical interior of the era

Once inside, not really comfortable, here is clear we had evolved. Well, I said, once inside everything smells different, let alone to start, before we waking up our acoustic sense ... smells ... all leather, wood, and if we start it, the gasoline ..  then sounds, the engine, transmission, exhaust ... a true symphony. 

I assure you that is not absolutely necessary to go fast, and saying it by someone who  likes going fast (that too for another blog post ...) is a simple sensitive issue, enjoy every little event from having to close the door three times to get it right, to double clutch it seems the calls. Specifically, this 230SL manual gearbox is a delight in combination with a six-cylinder 150HP in their glory days, now turns up with an almost "Japanese" joy, even with a change of tone back in the 3500rpm worth of the legendary VTEC (30 years newer), really is a joy. 

The adventure begins with curves, and better to be uphill, because as they are downhill ... well, lets say that the brakes are not his best point. 

You feel like those actors in American films, moving the wheel slightly even on the straights, as correcting the path, but is that really behave like this ... 

I will tell you that even getting to the garage again is a joy, and think that you can repeat the ride without more work to do to that removing the cover and lose GAIN another hour of my life driving  ...

Thank you.